Aunque no veamos los rayos del sol, están presentes todo el día.
Por lo tanto, aunque sea invierno, no importa si la temperatura es alta o baja, los paneles no dejan de recibir energía solar.
Aunque no lo creas, las temperaturas bajas de esta temporada favorecen la eficiencia de los paneles solares.
Esto se debe a que a partir de que la temperatura de los paneles llega a los 25 ºC, éstos empiezan a perder eficiencia (nota: cuando la temperatura del panel en sí llega a los 25 grados, no la temperatura ambiental).
Además, cabe recalcar que en un día soleado el panel se encuentra entre 15 y 25 grados más caliente que la temperatura ambiental. Esto quiere decir que desde los 10 grados centígrados los paneles ya pueden empezar a perder eficiencia.
Por lo que se podría decir que un ambiente óptimo para la producción de energía solar es un día soleado de invierno.
Hay dos tipos de irradiación solar: la directa y la difusa.
La directa es normalmente más energética que la difusa, debido a que la difusa ya rebotó en nubes y en la atmósfera por lo que perdió energía en el proceso.
Sin embargo, sigue siendo energía luminosa que los paneles transforman en electricidad y aunque el sol no les pegue directamente, la luz sigue llegando a ellos en días nublados, o con “poco sol”.
Así que si la pregunta es: ¿puedo generar energía con mis paneles durante todo el invierno? La respuesta es: ¡por supuesto!
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