Reciclar no solo es importante, sino absolutamente necesario. En nuestras manos está enseñar a nuestros hijos cómo ayudar al medio ambiente y cómo reciclar artículos que usamos en la vida diaria.
A medida en que seamos conscientes en el cuidado de nuestro entorno podremos mantener un estilo de vida sustentable y dar un mejor ambiente a nuestros hijos.
No es nada complicado tener una educación ecológica. Para ello, debemos tener presente que reciclar es reutilizar objetos y materiales en lugar de desecharlos.
Hay dos formas de hacerlo:
- Upcycling, que añade valor a un elemento para poder usarlo nuevamente.
- Downcycling, que descompone artículos y sustancias para reutilizar los elementos que aún sean útiles.
También existe el llamado “preciclado” en el que sus practicantes evitan adquirir objetos innecesarios que luego tendrían que reciclarse o tratarse como residuos.
Químico, mecánico y orgánico
El reciclaje da tratamiento a los residuos, tanto industriales como domésticos, a fin de reintroducirlos en el ciclo de producción.
Hay tres los tipos de reciclaje:
- Químico. Utiliza una reacción química para tratar residuos, o separar componentes.
- Mecánico. Transforma los residuos por medio de maquinaria, como una moledora de desechos.
- Orgánico. Produce fertilizantes y combustibles como el biogás por medio de la fermentación.
Contribuye al cuidado del medio ambiente
Una parte importante de nuestra educación ambiental es separar los residuos en nuestro hogar a fin de depositarlos en los contenedores adecuados. Y estos los podemos distinguir por sus colores:
- Verde: para envases de vidrio.
- Amarillo: para envases plásticos y latas.
- Azul: para papel y cartón.
También hay otro tipo de contenedores, llamados puntos limpios, en los que se depositan pilas, aceites, electrodomésticos y escombros, que son residuos peligrosos.
Identifica los materiales
Antes de depositar los desechos en sus diferentes contenedores, debes identificarlos bien y clasificarlos. Cada uno está compuesto de distintos materiales y debes tener en cuenta que tienen procesos de reciclado aparte. Separa por ejemplo:
Telas
- La ropa vieja que se va a donar debe estar limpia, cosida y planchada.
- Las piezas de tela para hacer trapos, independientemente de su tamaño, deben estar limpias.
- Hay que retirar botones, cierres y otros adornos que puedan tener las telas.
- Separa el nailon, el poliéster y los impermeables de los otros tejidos.
Plásticos
- Clasifica los plásticos por familias y límpialos de otros restos.
- Pueden ser piezas enteras o rotas.
- Verifica el tipo de plástico, antes de llevarlo al contenedor.
Vidrio
- Para reciclar bien el vidrio, se debe clasificar por colores y llevarlo al contenedor.
- Debe estar totalmente limpio.
- Se debe clasificar por colores: verde, ámbar y transparente.
- Elimina roscas, etiquetas o tapas.
- Recuerda que algunas botellas son retornables, es decir, que pueden ser entregadas nuevamente.
Papel y cartón
- Sepáralos según su tipo: periódico, papel de computadora, cartulina o cartón.
- No rompas ni arrugues el papel.
- Embala y amarra cada montón ya clasificado.
- Asegúrate de que no están húmedos o mojados.
- No incluyas papel carbón ni celofán.
Metales
- Clasifícalos por metal (cobre, aluminio, acero, hierro).
- Desprende cualquier papel o etiquetas que tengan.
- Especifica cuando es aluminio reciclable, y marcarlo con el símbolo internacional del reciclaje.
- Compacta el aluminio: un kilo equivale a aproximadamente 60 latas.
- Comprime todas las latas de aluminio y acero.
Nunca es tarde para que el reciclaje se convierta en un hábito desde tu casa reutilizando siempre los objetos y materiales que existen en tu hogar. Un estilo de vida sustentable está a nuestro alcance.